Este espejo me amarra a su reflejo
un frío esqueleto
demacrado por la enfermedad
que se alimenta de los demás
y que vive por los demás
Mírate, te vez tan mal
agobiado por tus penas
y las sombras de esta oscuridad
que en los días de soledad
matan, frívolas
los cuchillos de este cristal
Muévete, no haces nada mas que soportar
esas heridas que te hacen recordar
que te invitan a tomar
esa sangre que se infecta por la suciedad
Cambia... crece... recréate
has algo con ese mal
que te come desde adentro
dejando un vació difícil de llenar
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